Necesitamos crear conciencia sobre las largas jornadas laborales, aplicar las leyes y destinar más recursos a la salud mental en el trabajo.
Desafortunadamente, no hay buenas noticias para México. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 75% de las y los mexicanos padecen de fatiga por estrés laboral –una cifra por encima de países como Estados Unidos y China– colocándonos como el país que más padece dicha condición en el mundo.2 Y, mientras no podemos afirmar que hay una relación directa entre los efectos del trabajo en la salud mental y el suicidio, los datos indican que los suicidios en jóvenes de 15 a 29 años que trabajan son considerablemente más elevados que en aquellos que no laboran: 64.7% y 32.9%, respectivamente.3 Por lo anterior, resulta de suma relevancia analizar más de cerca cómo lograr mejores condiciones laborales para las y los trabajadores en nuestro país.