Uno de los capos más influyentes de la década de los 90 s, mencionó cuáles son sus deseos, lo cual lo manifestó desde el interior del Penal Federal en donde se encuentra recluido
Por: Agencias
Estado de México, sábado, 20 de mayo del 2023.- Cuál era el sueño más grande del Güero Palma que alguna vez confesó en la cárcel
Nuevamente, cuando parecía que ahora recuperaría su libertad, tras pasar casi tres décadas tras las rejas, las autoridades han optado por mantener encerrado al narcotraficante
“Quisiera tener por lo menos un día de paz, en el que no tenga que pensar a quién debo matar ni de quién debo cuidarme”, se le escuchó decir alguna vez a Héctor “El Güero” Palma en la cárcel de Puente Grande, Jalisco.
Nuevamente, cuando parecía que ahora sí recuperaría su libertad, tras pasar casi tres décadas tras las rejas, las autoridades han optado, a través de polémicas decisiones judiciales, por seguir reteniendo a Palma Salazar en el penal del Altiplano, Estado de México, donde ahora se encuentra.
A pesar de que un juez ordenó la liberación de Palma Salazar desde la noche del pasado miércoles, la mañana de este viernes 19 de mayo trascendió que, derivado de la causa penal 9/2023-C, la autoridad judicial ordenó nuevamente la aprehensión del Güero por haberse acreditado su probable responsabilidad en la comisión del delito de homicidio calificado.
Un líder de pocas palabras
Palma, de acuerdo con el periodista mexicano Jesús Lemus Barajas, quien fue encarcelado en 2008 en Puente Grande por órdenes del presidente Felipe Calderón, tenía muchos enemigos dentro del penal y solo unos cuantos, que formaban su anillo de seguridad, lo reconocían como líder.
“Casi toda la población penitenciaria lo aborrecía, no solo por su arrogancia sino por su conocida enemistad con el ‘Chapo’ Guzmán”, escribió el periodista para Los Ángeles Times.
De acuerdo con Lemus, el Güero es un tipo hosco, arisco, frío, calculador y de pocas palabras. “Caminaba por los pasillos de la cárcel, acompañado de cinco escoltas y no saludaba a nadie”.
Los del Güero eran apodados en la cárcel como “Los Bateadores” porque utilizaban bates de béisbol para “saldar cuentas” con cualquier preso que incurriera en algún acto que pudiera considerarse como una falta de respeto hacia Palma Salazar.
Sin embargo, en sus momentos de intimidad, que solo tenía con escasas personas que se habían ganado su máxima confianza, el Güero confesaba con emoción cuál era su mayor aspiración en la vida.
No se trataba de ningún lujo ni riqueza material. El mayor sueño del Güero Palma era tener la posibilidad de poder estar, aunque tan solo fuera por un día, en una isla desierta él solo.
“Se imaginaba rodeado de palmeras y tirado bajo el sol; así esperaría que cayera la tarde, no por ver el espectáculo del astro cayendo en el infinito mar, sino por sentir que había logrado vivir un día más sin meterse en problemas”, relató Lemus.
Los reos que estaban cerca de la reja del Güero contaron que al narcotraficante sinaloense le gustaba pasar varias horas en silencio acostado en su cama con la mirada clavada en el techo, dándole rienda suelta a su imaginación como un modo de salir, aunque solo fuera mentalmente, de su situación de reclusión.
“Cuentan que sonreía cuando iban apareciendo las imágenes de sus padres, su esposa y sus hijos. Hablaba con ellos. Les contaba lo difícil que era estar preso y les pedía que no le lloraran. La muestra más evidente de sus fugas era el moqueo de nariz”, narró el autor del libro Los Malditos: Crónica negra desde Puente Grande.
En esos momentos de profunda inmersión nadie podía hacer ningún ruido que interrumpiera la meditación de Palma Salazar, y mucho menos meterse con él. Los que no se cuidaban de hacerlo corrían el riesgo de llevarse una violenta golpiza de “Los Bateadores”.