Tepic, Nayarit a 6 de junio del 2020.- Tal parece que la reunión de los mandatarios estatales, fue para tratar de apagar el fuego y que no se pasará a sus estados. Los gobernadores de Coahuila, Colima, Durango, Michoacán, Nuevo León, Tamaulipas y Guanajuato respaldaron la actuación de su contraparte de Jalisco, Enrique Alfaro, tras la muerte de Giovanni López, así como de su manejo de la protesta frente al Palacio de Gobierno estatal.
Reunidos en el municipio de Tequila, Jalisco, los mandatarios coincidieron con Alfaro, en su acusación de que los participantes de la protesta eran integrantes de grupos afines al presidente Andrés Manuel López Obrador. Todos coincidieron en que “no van a caer en provocaciones por parte de nadie”, y que tampoco van a permitir que se trastoque la soberanía de sus estados.
Por su parte, el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, consideró que el gobierno de Alfaro actuó de manera inmediata en el caso de Giovanni, presuntamente muerto a manos de policías del municipio de Ixtlahuacán el pasado 5 de mayo, y afirmó que “los culpables están en proceso de ser llevados ante la justicia”. Dijo sentirse sorprendido por la presunta participación de actores relacionados con el Gobierno Federal, que han sido identificados como los provocadores de la violencia que se generó en Guadalajara.
“Se nos hace una enorme contradicción que todos los días se escuche el mensaje de no a la confrontación, no a la violencia, y a la vez se permita que grupos afines al régimen hagan este tipo de actos de vandalismo y de crear conflictos en los estados gobernados por fuerzas políticas diferentes a las del gobierno central”.
El gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez, expresó su “solidaridad y respaldo” a Alfaro, y sostuvo que el objetivo del bloque de mandatarios estatales reunidos es que lo que sucedió ayer en Jalisco “no ocurra en ninguna entidad, que nos respetemos”.
Finalmente, Jaime Rodríguez Calderón, gobernador de Nuevo León, hizo un llamado a sus contrapartes a “no caer en provocaciones ni engancharse” en lo que consideró una politización del caso Giovanni.
