REALIDAD JURÍDICA: Crónica de como el protagonismo, mentiras y sed de poder, pueden llevarte a perder el control de un estado.

Lenin Rodríguez Villanueva

Tepic, Nayarit a 8 de junio del 2020.- Luego de los hechos ocurridos donde le fue arrebatada la vida a un joven afroamericano de nombre George Floyd, a manos de la policía de Minneapolis, Minnesota Estados Unidos, que causó gran indignación mundial y desató una serie de protestas que se volvieron violentas por diversos factores, como el mal manejo de la situación por las autoridades.

En ese contexto indignación, abusos y errores de la autoridad, se dieron a conocer los hechos ocurridos en Ixtlahuacán de los membrillos de nuestro vecino estado Jalisco, donde un joven albañil de nombre Giovanni López, detenido por la policía municipal, supuestamente por no portar cubrebocas, versión ha sido rechazada por fuentes oficiales, lo cierto es que los agentes se lo llevaron y fue la última vez que se le vio con vida; se supo después que había muerto a causa de traumatismo cráneo encefálico, presentaba golpes en el cuerpo y una herida de bala en la pierna.

Hechos que encendieron de inmediato a la ciudadanía de Jalisco y las protestas no se hicieron esperar principalmente en distintos puntos de la capital Guadalajara.

Pero lo que verdaderamente sorprendió a México y el mundo, fueron las situaciones inéditas que ocurrieron: se incendiaron vehículos de la policía estatal, manifestantes tomaron palacio de gobierno, incluso se prendió fuego a un policía y como cereza del pastel el Gobernador de Jalisco, con su dominio de la oratoria, culpaba por todo directamente al presidente de la república.

Mientras tanto, ciudadanos de Guadalajara se quejaba desesperados, en redes sociales, de que grupos integrados por personas encapuchadas, presumiblemente policías vestidos de civiles golpeaban y levantaban a manifestantes pacíficos, que no fueron llevados a centros de detención oficiales, por lo que se creía que habían sido llevados a “casas de seguridad”, señalando que se desconocía su paradero y por supuesto luego de lo ocurrido con Giovanni, se temía por su vida.

Quejas que cayeron a oídos sordos, pues en un inicio, el Gobernador de Jalisco Enrique Alfaro Ramírez, con tono enérgico y seguro, fue categórico al ignorarlas diciendo: “en Jalisco se respeta y garantiza el derecho a manifestarse” y atribuía la violencia en contra de los manifestantes a grupos de personas que no pertenecían al estado de Jalisco y que buscaban provocar al gobierno para que reaccionaria violentamente y hacerlo quedar mal.

Además, señaló que no creía en las desapariciones porque hasta ese momento, no había ninguna denuncia en la Fiscalía y que la policía no había caído en provocaciones. Asegurando que el origen de las protestas se debía a una campaña o embestida política en su contra por intereses ajenos al estado y no por ciudadanos molestos con su administración.  

De inmediato sus declaraciones se vieron tundidas y rápidamente desvirtuadas por la evidencia que circulaba en redes, donde se mostraron videos de la violencia ejercida por sujetos sin uniforme, encapuchados en contra de manifestantes, así como las detenciones ilegales, también los ciudadanos señalaron que temían acercarse a la Fiscalía por temor a ser detenidos, por eso no había denuncias.

Ante la evidencia, un Fiscal General visiblemente preocupado por la imagen del gobernador, pedía disculpas y buscaba deslindarlo a toca costa, argumentando que la Fiscalía tenía completa autonomía constitucional y que ninguna otra autoridad tenía injerencia en sus determinaciones, culpando a un grupo de policías ministeriales, quienes habían actuado de manera unilateral, sin respetar sus órdenes de no cometer agresiones en contra de la ciudadanía. Detenido de forma ilegal y violando derechos humanos, llevándolos a centros de detención sin registrarlos y que por esa razón no habían podido ser localizadas.  

Determinan que Gerardo Octavio Solís no comparezca
Gerardo Octavio Solís Goméz, Fiscal de Jalisco.

Por su parte el Gobernador, quien había ido de un extremo a otro, reculando en su afirmación de que el AMLO, estuviera implicado en la generación de violencia, vuelve a emitir un mensaje a los jaliscienses el 6 de junio, y con esa seguridad al hablar que lo caracteriza y fiel a la frase de Cicerón en el sentido de que “Nada es tan increíble como para que la oratoria no lo pueda transformar en aceptable”. Empieza por reconocer los hechos violentos en contra de la ciudadanía y ofrece una disculpa, para luego presentar una nueva teoría de conspiración, agregando ahora al crimen organizado quien dijo, pudiera estar dando órdenes a la policía, para desestabilizar su estado, reconociendo que el crimen organizado controla la policía.

Luego de exponer su teoría reiteró que “el Gobierno de Jalisco”, iba en serio, por eso ya estaban detenidos los presuntos homicidas en el caso de Giovanni, que cumpliría su compromiso de “hacer justicia”; y que los que agredieron a policías también serian castigados, diciendo que: “consciente de donde estamos parados, he tomado la decisión en este momento de retirar los cargos contra los muchachos que fueron detenidos el día Jueves, para que puedan quedar en libertad de inmediato”.  “TRAS” (se desdice).

6 de junio 2020

Aún la elocuencia de su discurso no pudo impedir que la ciudadanía lo cuestionara en redes, por aparentes incongruencias en su narrativa, por ejemplo:

 ¿Si la fiscalía es autónoma como dicen, entonces porque los detenidos por posibles hechos delictivos son liberados unilateralmente por el gobernador?

¿Quién toma las decisiones en la procuración de justicia, el fiscal o el Gobernador?

¿Acaso la ley faculta al Gobernador para incidir en las investigaciones y suspenderlas o terminarlas a voluntad?

¿En Jalisco los policías pueden detener a una persona ingresarla y sacarla de la cárcel, sin que nadie más se dé cuenta de que está ahí?

¿Quién controla a la policía?

 ¿Acaso los policías pueden disponer de las cárceles y las personas a su antojo, sin supervisión alguna? ¿Y el fiscal?

¿Por qué los detenidos y todos los desaparecidos aparecieron en cuanto el gobernador ordenó su liberación?

Las respuestas a las preguntas anteriores siguen en el aire…

Efectivamente muy criticado fue el hecho de que por un lado se maneje el discurso de la autonomía de la Fiscalía, buscando alejar de toda responsabilidad al Gobernador, mientras que por otro lado se le escucha decir al Gobernador, que el conduce las investigaciones, que él va a hacer justicia, así lo ha dicho, incluso tomó la decisión unilateralmente de liberar a los detenidos que pudieron haber cometido un delito, siendo que la ley prohíbe al fiscal detener las investigaciones o permitir que alguien incida en estas, sin embargo en toda esta situación el fiscal parece un cero a la izquierda que solo se someta a las decisiones del gobernador.

Antes de finales del 2018, la Fiscalía no era del todo autónoma si no dependiente del ejecutivo, lo que la hacía diferente a otras Fiscalías de la república, por ejemplo: estaba concebida como una super Fiscalía que tenía dentro de sus atribuciones no solo la procuración de justicia, si no también era responsable de la seguridad pública y también estaba subordinada jerárquicamente al Gobernador ya que formaba parte de la administración pública centralizada.

Pero todo eso cambio con la expedición de la nueva ley, ahora se supone que se dotó de autonomía técnica y de gestión a la Fiscalía y retirándole la seguridad pública como parte de sus funciones, la que paso a ser competencia de la Secretaria de Seguridad Pública, que depende del gobernador.

Pero tal parece que el Gobernador, no leyó el memorándum y si lo hizo, no le importo, porque el mismo decidió retirar cargos en contra de todos los detenidos y liberarlos, ¿Por que? se preguntarán, pues porque si, hay quienes afirman que su deseo de ser siempre el protagonista y hacerse publicidad, no le permiten respetar la autonomía de las instituciones.

Situación que ha llevado a la ciudadanía de Jalisco a la confusión y a preguntarse ¿Entonces es o no autónoma la Fiscalía? La respuesta podría ser, según la ley si, según el gobernador quien sabe.

Ante la incongruencia de la versión oficial, las personas se inclinan a seguir rumores sin confirmar, como que los detenidos pudieron ser llevados a otras instalaciones bajo control de “otros individuos” tal vez pertenecientes al crimen organizado y que posiblemente obedecen al gobernador, ya que los detenidos fueron liberados tan pronto como este último dio la orden, eso es un mero rumor y en esta columna se sugiere apegarse a las versiones oficiales.

Por mas inverosímil que pueda resultar donde sea que hubieran estado detenidas ilegalmente por más de 48 horas los desaparecidos, tan pronto como gobernador dio la orden y fue personalmente a buscarlos, milagrosamente todos estaban en casita con sus familiares, quienes tal vez, solo podían lamentar que el Gobernador no hubiera dado la orden antes y así no pasar tantas horas en incertidumbre.

Es cierto, que existen figuras jurídicas como el indulto y amnistía, lo cierto es que el primero, solo opera una vez que los presuntos delincuentes fueron juzgados por el poder judicial y entregados al control del ejecutivo, quien puede conceder una especie de perdón de parte o de toda la pena que les fue impuesta, pero no antes de ser juzgados;  mientras que la amnistía, es un facultad del poder legislativo y requiere la expedición de una ley, así que por más buenas intenciones que pudiera haber tenido el Gobernador para liberar a los detenidos, desde Nayarit solo parece ser otro acto ilegal.

Al final de cuentas y según las fuentes, los violentados y detenidos ilegalmente por la “autoridad” no eran personas procedentes de la ciudad de México o de otros estados, por aquello de las teorías de conspiración, sino de Jalisco quienes fueron detenidos, en un nuevo acto de abuso de autoridad en contra de sus propios ciudadanos, que era precisamente el motivo de la protesta en primer lugar. Circulan versiones sin confirmar, donde los propios policías afirman haber recibido la orden del Gobernador y el fiscal, para reprimir a los manifestantes.

Tal vez y no es más que mi humilde opinión, pero el Gobernador debería bajarle dos rayitas a la imaginación y dejar de culpar a todos los demás y empezar por escuchar a su pueblo, tomando decisiones más apegadas a las necesidades de sus ciudadanos y respetando la realidad jurídica, sin trastocar la autonomía de las instituciones en el proceso.

Como ciudadanos debemos ser cuidadosos, pues ni el discurso más elocuente, categórico o emotivo, son sinónimo de buenas decisiones o intenciones, al final solo se trata de la herramienta de los políticos, quienes usarán, se limpiaran y pisaran a todos con tal de seguir subiendo por el camino que les permita alcanzar y mantener el poder, sin preocuparse por nadie, lo que me hizo recordar aquel famoso dicho que va más o menos así: “Cuando un tonto toma un camino, el camino acaba y el tonto sigue” . Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.