En el poblado de Arrayán los fuertes olores están enfermando a las personas
Por: Miguel Castillo Sandoval
Tecuala, Nayarit. Sábado 13 de junio del 2020.- Heriberto López Rojas alias, “El Titiyo”, presidente municipal de Tecuala, de extracción priista pidió el voto de confianza para gobernar este municipio, prometiendo hasta lo que no iba a cumplir, logró el triunfo, pero al llegar a la presidencia se olvidó de todo.
Los pobladores del ejido de Arrayán, tienen un año soportando los fuertes olores de un chiquero dentro del interior del pueblo donde tienen encerrados más de 80 animales y curiosamente las autoridades nunca han hecho caso de las denuncias, pues dijeron los habitantes afectados de ese lugar, que hicieron llegar una denuncia al ayuntamiento acompañada de un sinnúmero de firmas y que personal del ayuntamiento sí acudió pero solo para decirle a la dueña de los animales que los cambiara de lugar.
Por las constantes denuncias, la dueña los llevó a un costado de la escuela de ese lugar, pero el chiquero sigue donde siempre ha estado. Mencionaron los quejosos, que la señora es muy amiga de la regidora de esa demarcación, otros dijeron que la dueña de los animales grita que tiene palancas, además argumenta que ella está en terrenos que pertenecen al ejido de Milpas Viejas, “pero de aquí tiene todos los servicios”, le inquirieron los denunciantes.
Señalan los denunciantes que al Titiyo desde la campaña política ni lo conocen si esta en sillas de ruedas o anda andando; la regidora Candy Díaz, quien también recibió el voto de confianza, del pueblo para representarlos en el gobierno actual, dijo que no sabía de este problema de salud, a pesar que los olores invaden más de 150 metros a la redonda y hay una persona ya enferma por los fuertes olores del estiércol.
La regidora comentó que la señora trabaja, los pobladores dijeron que todos tenemos derecho al trabajo, pero la constitución Mexicana, dice, que no dañemos a terceros, y este chiquero está dañando casi a medio pueblo con los olores fuertes del excremento de los puercos, terminaron diciendo los denunciantes del ejido del Arrayan.